Pandilla de ladrones ofrece parqueo durante la carrera "San Silvestre" el pasado viernes 31 de diciembre frente al IGA.
POR: DELIA MA. FRANCO
El pasado viernes 31 de diciembre se llevó a cabo la carrera "San Silvestre" en la ciudad capital, en donde miles de guatemaltecos corrieron 10.5 kms hasta el Estadio Mateo Flores, allí se presenció la creatividad de muchos al usar coloridos disfraces.
Dado a la acumulación de personas en un mismo lugar, los conductores se vieron en la necesidad de dejar sus vehículos bajo el cuidado de personas desconocidas que garantizaban la protección de sus pertenencias. Uno de éstos lugares fue frente al Centro Educativo IGA de la zona 4, en donde un grupo de hombres y mujeres ofrecía parqueo a la personas por Q10.00.
La sorpresa fue cuando al regresar a sus vehículos, los conductores vieron el vidrio de su carro quebrado, del cual habían sacado todas las pertenencias, billeteras, celulares, radios, e incluso baterías. Aproximadamente 18 carros fueron robados de ésta manera. "Ya no se puede confiar en nadie, se han llevado todas nuestras cosas, incluso un pants que me regalaron en navidad" dijo Carlos Franco, uno de los afectados.
Según una vecina del lugar, ésta es una pandilla de ladrones conformada por dos mujeres y seis hombres, que aprovechan cualquier evento masivo para ofrecer parqueo a las personas, y mientras ellas están en el lugar de entretenimiento, éstos aprovechan a quebrar los vidrios de los carros y robar todo lo que puedan. "Cuando ví que ellos estaban ofreciendo parqueo otra vez, fui con una amiga a buscar una patrulla para que vigilara el lugar, pero no encontramos ninguna", dijo la señora.
Las llaves de mi casa y de mi carro, las llaves del carro de mi cuñado y sus celulares, la cartera de mi hermana en donde tenía su billetera, el pants adidas de mi papá, entre otras cosas fueron lo que ésta pandilla de ladrones adquirieron en su exitoso negocio de cuidar carros, o mejor dicho..."robar carros".
ResponderEliminarEs triste cuando uno sanamente asiste a éste tipo de actividades, mientras que otras personas con porquería en la cabeza se aprovechan de la situación para hacer de las suyas. Doy gracias a Dios porque no nos dimos cuenta de ésto, porque no nos pusieron un arma en la cabeza y porque regresamos a casa con vida. No hay duda que a pesar de ésta gente ladrona, Dios no deja de cuidarnos.